martes, 4 de noviembre de 2008

estudiantesuan el filosofar en la fe

EL FILOSOFAR EN LA FE

La conversión de San Agustín le cambio el modo de vivir y le abrió nuevos horizontes en su forma de pensar. La fe se transformo en sustancia de vida y de pensamiento. El pensamiento a su vez, estimulado y verificado por la fe, adquirió una nueva talla y una nueva esencia. Por tal, la conversión constituye el eje del pensamiento agustiniano. La fe no substituye a la inteligencia ni tampoco la elimina si no que, la fe, estimula y promueve la inteligencia. La fe es un modo de pensar asintiendo, por esto, si no hubiese pensamiento, no existiría la fe. E igualmente la inteligencia no elimina la fe, sino que la refuerza y la aclara. Fe y razón son complementarias. Con la armonía de lo creado coincide también la medicina del alma, que se nos suministra por la bondad inefable de la providencia divina. Esta medicina actúa en orden a dos principios: la autoridad y la razón. La autoridad exige la fe y lleva al hombre a la razón. La razón conduce al entendimiento conciente. Los motivos de asentimiento a la autoridad son más evidentes que nunca cuando ésta ratifica una verdad inobjetable incluso para la razón. No debo alejarme de la autoridad de cristo, porque no hallo ninguna otra mas valida: deseo aprender sin demora las razones de lo verdadero, no solo con la fe si no también con la inteligencia. La plenitud de la inteligencia solo puede realizarse, en lo referente a las verdades ultimas, si se daba una revelación divina.

EL DESCUBRIMIENTO DE LA PERSONA Y LA METAFISICA DE LA INTERIORIDAD

El verdadero y gran problema no es el del cosmos, sino el del hombre. El verdadero misterio no reside en el mundo, sino que lo somos nosotros, para nosotros mismos. No obstante, al decir hombre, no habla en abstracto sino plantea el problema mas concreto del “yo”, del hombre como individuo irrepetible, como persona. Agustín descubre el “yo” en las tensiones y en los desgarramientos mas íntimos de su voluntad, enfrentada con la voluntad de Dios. Dicho de otra forma, al enfrentarse la voluntad humana con la voluntad divina se descubre el yo como persona. Al definir al hombre, también cambia la noción griega de alma y de cuerpo, para él, debido al concepto de creación, al dogma de la resurrección y sobre todo al dogma de la encarnación de Cristo, nuestro cuerpo es valioso y esta unido al alma, y reconocemos en nosotros mismos la imagen de Dios, nosotros existimos, sabemos que existimos y amamos nuestro ser y nuestro conocimiento. Dios pues, se refleja en el alma, y alma y Dios son los pilares de la filosofía cristiana de Agustín. Se encuentra a Dios no al investigar sobre el mundo, sino ahondando en el alma. Conocerse a si mismo, consiste según Agustín en conocerse en tanto imágenes de Dios. Así, nuestro pensamiento es recuerdo de Dios, el conocimiento que se encuentra con El es inteligencia de Dios y el amor que procede de uno y de otro es amor por Dios.

LA VERDAD Y LA ILUMINACION

La verdad se encuentra en el interior del alma humana; busca dentro de ti, y si hallas que tu naturaleza es mudable, trasciéndete también a ti mismo y, al hacerlo transciendes el alma que razona, de modo que el termino de la trascendencia debe ser el principio donde se enciende la luz misma del raciocinio. La verdad, por consecuente constituye una menta en la que uno se detiene después de haber razonado. Cuando el hombre a llegado a la verdad, el hombre interior se une con su propio huésped interno en un transporte de felicidad suprema y espiritual. No obstante, hay una verdad que el hombre conoce: su existencia pues, para poder dudar, yo soy y estoy seguro de que pienso. El proceso cognoscitivo se da primero por la sensación, que es el alma que esta activa, es el primer escalón de la conciencia, después, el alma muestra su espontaneidad y su autonomía con respecto a las cosas corpóreas, dado que las juzga con la razón basándose en criterios que el alma posee que son inmutables y perfectos. Estos criterios de conocimiento llegan al alma de una naturaleza inmutable superior al alma humana, de Dios. El proceso por el que llegan se denomina iluminación, que consiste en que las cualidades de las cosas se nos hacen visibles por medio de una luz incorpórea que proviene de Dios.

INTEGRANTES

Samantha Danaé López Venegas

Sara Carolina Vílchez Flores

Alejandro Ortega Montaño

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